La separación materna conlleva al consumo de alcohol.
Un nuevo estudio realizado en roedores muestra cómo la adversidad en las primeras épocas de la infancia puede originar alteraciones persistentes en el comportamiento. Los resultados muestran que la separación maternal produce una afectación del sistema de recompensa. Esto hace que los animales sientan menor placer ante el consumo de estímulos positivos como el alcohol, por lo que realizan ingestas más intensas.
La privación materna durante las primeras etapas de la infancia puede conducir a una depresión que conlleva una mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol en la edad adulta, según muestra un estudio realizado en animales de laboratorio y dirigido por Olga Valverde, líder del Grupo de Investigación en Neurobiología del Comportamiento (GreNeC) de la Universidad Pompeu Fabra.
El objetivo del trabajo publicado en la revista European Neuropsychopharmacology ha sido evaluar cómo esta adversidad en la infancia puede originar alteraciones persistentes en el comportamiento y en mecanismos neurales que se mantengan en la edad adulta.
Los investigadores desarrollaron un modelo de separación maternal tras el nacimiento en roedores, que produce en el animal síntomas depresivos. Usaron tests de evaluación de la conducta y analizaron su consumo de alcohol y la recaída después de la abstinencia. También evaluaron la presencia de diferentes compuestos en áreas del cerebro.
Los animales expuestos a separación maternal consumieron más alcohol y mostraron mayor facilidad para recaer tras la abstinencia
“En un modelo de consumo de alcohol voluntario, los animales expuestos a la separación maternal consumieron más alcohol y mostraron una mayor facilidad para recaer en el consumo de alcohol tras la abstinencia”, explica Valverde.
La privación materna durante las primeras etapas de la infancia puede conducir a una depresión que conlleva una mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol en la edad adulta, según muestra un estudio realizado en animales de laboratorio y dirigido por Olga Valverde, líder del Grupo de Investigación en Neurobiología del Comportamiento (GreNeC) de la Universidad Pompeu Fabra.
El objetivo del trabajo publicado en la revista European Neuropsychopharmacology ha sido evaluar cómo esta adversidad en la infancia puede originar alteraciones persistentes en el comportamiento y en mecanismos neurales que se mantengan en la edad adulta.
Los investigadores desarrollaron un modelo de separación maternal tras el nacimiento en roedores, que produce en el animal síntomas depresivos. Usaron tests de evaluación de la conducta y analizaron su consumo de alcohol y la recaída después de la abstinencia. También evaluaron la presencia de diferentes compuestos en áreas del cerebro.
Los animales expuestos a separación maternal consumieron más alcohol y mostraron mayor facilidad para recaer tras la abstinencia
“En un modelo de consumo de alcohol voluntario, los animales expuestos a la separación maternal consumieron más alcohol y mostraron una mayor facilidad para recaer en el consumo de alcohol tras la abstinencia”, explica Valverde.
Comentarios
Publicar un comentario