Problemas del oso polar debido a la pérdida de hielo marino.
Las labores de seguimiento de osos polares durante la primavera, su mejor época de caza dado que es cuando las condiciones del hielo marino deberían ser ideales, revelan que numerosos osos gastan más energía de la que consumen.
Los osos polares dependen casi exclusivamente de una dieta rica en grasa de foca, que se caza con mayor eficiencia desde la superficie del hielo marino. Sin embargo, la abundancia de hielo marino en el Ártico está disminuyendo a razón del 14 % por década, lo que probablemente reduce el acceso de los osos polares a sus presas.
En abril de 2014, 2015 y 2016, Anthony Pagano y sus colegas intentaron comprender mejor el gasto energético de los osos polares durante esta temporada crítica mediante la captura de nueve hembras en el hielo marino del mar de Beaufort.
Midieron las tasas metabólicas de cada osa analizando muestras de sangre y orina tras su captura y recaptura transcurridos de 8 a 11 días. Además, se equipó a las osas con collares GPS que también recogen registros de actividad diurna (ver videos relacionados desde el punto de vista del oso polar). Los datos sugieren que el metabolismo del oso polar es 1,6 veces más alto de lo que se pensaba con anterioridad.
Además, cuatro de las osas perdieron el 10 % o más de su masa corporal durante el período de 8 a 11 días, con una pérdida media del 1 % por día (una de las osas no solo perdió sus reservas de grasa, sino también músculo magro). Los autores señalan que esta cifra representa cuatro veces la masa perdida por día observada en osos polares en ayunas en tierra. Los autores señalan que la cada vez mayor fragmentación del hielo marino supondrá un desequilibrio aún mayor en la relación gasto-consumo de energía de estos animales.
Los osos polares dependen casi exclusivamente de una dieta rica en grasa de foca, que se caza con mayor eficiencia desde la superficie del hielo marino. Sin embargo, la abundancia de hielo marino en el Ártico está disminuyendo a razón del 14 % por década, lo que probablemente reduce el acceso de los osos polares a sus presas.
En abril de 2014, 2015 y 2016, Anthony Pagano y sus colegas intentaron comprender mejor el gasto energético de los osos polares durante esta temporada crítica mediante la captura de nueve hembras en el hielo marino del mar de Beaufort.
Midieron las tasas metabólicas de cada osa analizando muestras de sangre y orina tras su captura y recaptura transcurridos de 8 a 11 días. Además, se equipó a las osas con collares GPS que también recogen registros de actividad diurna (ver videos relacionados desde el punto de vista del oso polar). Los datos sugieren que el metabolismo del oso polar es 1,6 veces más alto de lo que se pensaba con anterioridad.
Además, cuatro de las osas perdieron el 10 % o más de su masa corporal durante el período de 8 a 11 días, con una pérdida media del 1 % por día (una de las osas no solo perdió sus reservas de grasa, sino también músculo magro). Los autores señalan que esta cifra representa cuatro veces la masa perdida por día observada en osos polares en ayunas en tierra. Los autores señalan que la cada vez mayor fragmentación del hielo marino supondrá un desequilibrio aún mayor en la relación gasto-consumo de energía de estos animales.
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